Pasen, miren... y lean

sábado, 10 de mayo de 2008

Zippeando por la red, he descubierto recientemente un nuevo portal literario que os recomiendo: http://www.conoceralautor.com/. Se trata de un original proyecto donde los escritores, por medio de un vídeo, se presentan ante sus lectores y hablan sobre el contenido de sus libros.

Con mejor o peor dotes escénicas, hay incluso quienes ofrecen una breve explicación de por qué el lector debería comprar su obra. El hilarante vídeo del escritor Rafael Reig, por ejemplo, no tiene desperdicio, igual que la lectura de su genial Manual de Literatura para Caníbales, donde queda claro que hay muchas maneras de afrontar una historia de la literatura; él lo hace con un considerable conocimiento de la materia pero, a la vez, desde el sentido del humor y la desmitificación de los principales escritores de los dos últimos siglos de España y América Latina.

El que comienza a ser llamado como YouTube literario, cuenta ya con 60 escritores nacionales registrados por el momento y es la versión hispana de los portales desarrollados con anterioridad en Reino Unido y Estados Unidos, http://www.meettheauthor.com/, donde el número de vídeos a que se puede acceder es de 1.400 y el número de descargas gratuitas de sus usuarios va ya por los dos millones.

Entre los escritores registrados se encuentran autores tan populares como Espido Freire, Lorenzo Silva, Jose María Merino, Paulo Coelho, Anna Rossetti, Fernando Marías, Javier Sierra, etc. Existe además la posibilidad de acceder, desde el mismo portal, a su versión inglesa y americana y así poder ver los vídeos protagonizados por, entre otros, John Le Carre, Diana Evans o Tanya Byron.

Si bien la web está pensada como un espacio donde promocionar a los autores y sus obras, lo cierto es que se trata de un portal entretenidísimo para los usuarios; a mí particularmente, me ha fascinado la sencillez de la idea: un vídeo personal, sin más recursos que la sola presencia del autor, donde él mismo te ofrece de primera mano una aproximación de qué puedes esperar de la obra en cuestión. Lo que queda claro es que, compres o no el libro posteriormente, sólo con acceder a muchas de las grabaciones de los escritores, con sus personales puestas en escena, la distracción está asegurada.