Tabúes en torno al mundo de la edición

miércoles, 11 de junio de 2008

Leía un artículo, hace unos días, sobre el futuro incierto que les depara a todos aquellos libros que, bien por exceso de oferta, bien porque no acaban de cuajar en el mercado, son devueltos por las librerías a sus editoriales de origen. Y decía su autor que hablar sobre este tema es algo que causa incomodidad entre los editores; nadie quiere reconocer el triste final que les espera a aquellas obras a las que no se encuentra una salida y son destruidas.

Puestos a hablar de resquemores, se me ha ocurrido hacer un repaso de algunas de las incógnitas y tabúes que más polémica suscitan entorno al mundo de la edición. Aquí van unos cuantos, sobre los que será interesante investigar con cautela...

1.-Indudáblemente, éste tenía que ser el primero, ya que, sin él, ninguno de los siguientes casos estaría en esta lista:

¿ Por qué se insiste en afirmar que el inventor de la imprenta fue Gútenberg, y se obvia el hecho de que China, alrededor del año 1041, ideó realmente el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los caracteres chinos?

2.- ¿ Es cierto que, como dijo hace poco el presidente de la Federación del Gremio de Editores Españoles, Jordi Ubeda, se edita mucho, pero sólo lo necesario ? ¿O habría que dar la razón a quienes piensan que actualmente el mercado editorial se ha sobredimensionado y se ha alcanzado un volúmen de publicaciones desmedido?

3.- Relacionada con la anterior, la que ya comentábamos al comienzo de esta entrada: ¿ Qué pasa con los libros que no se venden ? ¿Cuál es, en última instancia, la fórmula utilizada por las editoriales para paliar las pérdidas que genera la devolución de los libros no vendidos o defectuosos?

4.-¿ El betseller nace o se hace ? ¿ Hasta que punto tienen en cuenta algunos escritores los gustos y tendencias más populares del mercado editorial, o incluso las directrices previas de las editoriales que les publican, a la hora de plantearse sus obras ?

5.- ¿ Qué pasa con "el precio exacto" de la venta de libros ? ¿Quién gana, quién pierde con ello?

6.- ¿ De qué manera se plantean los diferentes agentes involucrados en el sector editorial el reto que se les viene encima con la emergente industria del libro electrónico ?

7.- ¿ Son realmente justos y merecidos algunos de los premios literarios más mediáticos hoy día, con los que se benefician, no sólo los autores galardonados, sino también las editoriales de referencia?

8.- ¿ Es lícito moralmente publicar los textos inéditos y manuscritos dispersos sobre la vida privada de escritores ya fallecidos, por muy buenas intenciones que albergue la empresa?

9.- ¿ Son siempre ecuánimes las reseñas de los críticos literarios a la hora de defender o detractar una obra, independientemente del autor o de la editorial que la publica?

10.- La presencia de determinados autores en los medios, promocionando su obra, y el juicio positivo y unánime de la misma por parte de los tertulianos de algún que otro programa de televisión ¿no responde en algunos casos a una cuestión de amiguismo y de oportunidad comercial ? ¿Esos favores existen en este mundillo?

Que alguien me lo explique!

2 comentarios:

Jordi dijo...

Tienes un premio en The Pilingui's House.

Horacio E. Gonzalez dijo...

Estimada, muy buena tu nota. La solución a este inconveniente acerca del número de ejemplares a imprimir estaría dada por el sistema de impresión bajo demanda. Si bién el costo unitario aumentaría levemente, no se corren riesgos de exedentes y permite que el libro nunca este agotado ya que se puede imprimir de a uno a pedido. Este sistema esta creciendo en el mundo con la colaboración de los fabricantes de maquinas para tales efectos. Hace un tiempo que sigo la evolución del mercado y creo que es una buena alternativa. Atte.