Género de culto para los aficionados al cómic, la novela gráfica se impone con fuerza en el mundo editorial, arrastrando a su paso a lectores de todo el mundo.
Su origen se remonta a los años 60-70, cuando un grupo de autores intentaron dignificar el papel de la historieta frente a quienes lo consideraban un género menor, de carácter infantil, humorístico o de contenidos poco relevantes. Limitada en sus primeros tiempos a canales alternativos, es a partir de los 90 cuando las grandes editoriales empiezan a interesarse por esta nueva forma de contar historias y a apostar fuerte por algunos de sus autores.
Aunque es difícil establecer unos límites entre qué es novela gráfica y qué no lo es, en general se podría decir que en la llamada novela gráfica el autor controla todos los planos de la creación: es dibujante pero también guionista. Las historias también cambian respecto al cómic tradicional: en un intento por dotarlas de una mayor carga literaria, se complican, se endurecen, reflexionan e ironizan sobre la realidad social y política y, generalmente, aunque no siempre, se hacen más extensas, abandonando el formato tradicional del cuadernillo seriado para acercarse al formato libro.
Recuperamos un artículo muy completo sobre la historia y la situación actual de éste género. Babelia.
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