Un préstamo centenario

martes, 19 de mayo de 2009

Es una escena que se repite a diario entre quienes trabajamos en Bibliotecas Públicas: ese momento crucial, siempre comprometido, en el que un lector te devuelve —con aspecto apesadumbrado y evidentes signos de arrepentimiento— el libro que, sin saber cómo, hace ya varios días, meses, o incluso años... que quedó olvidado en aquel rincón de casa, a la espera de su retorno a la biblioteca de donde se tomó prestado.

Los más optimistas, buscando, entre sonrisas de complicidad y piadosas disculpas, el perdón por parte del bibliotecario; los más lúcidos saben que el indulto en materia bibliotecaria es difícil de negociar y ya sólo esperan, derrotados, el castigo que los exima —cuanto antes mejor— de su falta.

Pues bien, lo anterior viene a cuento a raíz de una noticia que he leído hace unos días, acerca de un libro que ha sido devuelto al Museo-Biblioteca de Lyn, en Ontario, 110 años después de haber sido prestado.

El libro en cuestión, el Webster's Dictionary, fue prestado en 1899 a Mut Baird; unos meses más tarde la familia se trasladó a vivir a Nueva York y el libro quedó olvidado en su antigua residencia, hasta que 110 años más tarde, su sobrino, Dale Fenton Baird, de 83 años de edad, dió con él, por casualidad, entre los recuerdos personales de su tío.

Aunque el retraso conllevaría, a día de hoy, una multa de 9.000 dólares (más de 6.800 euros), los responsables de la biblioteca, en agradecimiento por haber conseguido recuperar el ejemplar —encuadernado en cuero, y en perfecto estado— han perdonado a la familia Baird la sanción.