El corazón es un cazador solitario. Carson McCullers

sábado, 29 de julio de 2017

El reclamo publicitario, por parte de las editoriales, de recuperar la producción literaria de escritores consagrados con motivo de una determinada efeméride relacionada con su nacimiento, muerte, o logro artístico, tiene la virtud adicional para los lectores de ir frecuentemente acompañado de la publicación de estudios, ediciones conmemorativas, reediciones de libros difíciles de conseguir o completas recopilaciones de sus obras.

Es el caso que ha tenido lugar este año, en que Seix Barral celebra el centenario del nacimiento de la escritora norteamericana Carson McCullers y los cincuenta años de su muerte reeditando por separado algunos de sus libros más emblemáticos, así como el volumen titulado El aliento del cielo, que reúne la mayoría de sus relatos y novelas cortas y que constituye por sí solo una joya impagable para poder conocer la obra de una de las mejores escritoras de ficción del siglo XX.

"El corazón es un cazador solitario" fue su primera novela publicada con tan solo 23 años de edad, convirtiendose rápidamente en todo un éxito de ventas y provocando un torrente de elogios sobre la capacidad narrativa de la jovencísima escritora. 

El estigma de la precocidad la acompañaría, no obstante, para bien y para mal a lo largo de toda su carrera literaria. Inmortalizada en sus años de juventud a través de las fotos que presiden la mayoría de las contraportadas de sus libros, algunos críticos pensaron que sus historias, no acababan de ser literatura para adultos. 

Nada más lejos de la verdad. Pese al carácter exploratorio e iniciático, que tiñe el conjunto de su obra y a la abundancia en sus relatos de seres jóvenes o desvalidos que buscan su anclaje en el mundo, en sus libros no hay lugar para la ingenuidad. Su visión, sumamente realista incluso nihilista en cierto sentido, respecto a las duras condiciones que rigen la vida de la mayoría de sus protagonistas y a su capacidad última de elección, se aleja de todo cuanto pueda significar que es posible vencer la adversidad recurriendo solo a nuestra voluntad o que el propósito último de la vida sea la felicidad del ser humano.

Pese al carácter intencionadamente histriónico y perturbador que preside la mayoría de sus relatos, Carson McCullers tuvo siempre presente en su memoria la realidad que le era más próxima, el sur de los Estados Unidos donde nació, aunque gran parte de su vida adulta transcurriera en Nueva York. 

Este es, nuevamente, el escenario en el que sitúa su obra "El corazón es un cazador solitario", en la que McCullers reconstruye el día a día de los habitantes de una pequeña comunidad rural del sur de los Estados Unidos.

La novela recoge en primer lugar la amistad entre John Singer y Spiros Antonapoulous, ambos sordomudos que, después de haber vivido juntos durante varios años, se ven obligados a separarse como consecuencia de la enfermedad mental que aqueja a Antonopoulous y que le provoca ataques repentinos de violencia.

La narración de la vida de Singer a partir del momento en que debe continuar solo, se entrecruza con la de otros personajes que, de una manera u otra, entrarán a formar parte de su círculo de relaciones: Mick Kelly, una joven obligada por las circunstancias a cuidar de sus hermanos cada día y que, a través de su amor por la música, intenta elevarse por encima de sus conflictos adolescentes; Jake Blount, un alcohólico que sueña con un mundo donde la instauración del comunismo acabará con la miseria humana y la injusticia; Biff Brannon, dueño del comedor del pueblo; y el Dr. Benedict Mady Copeland, un médico de color comprometido en acabar con la discriminación racial hacia los suyos.

En los relatos de McCullers abundan los personajes marginales, algunos marcados desde su nacimiento por una anomalía física, otros, presas de una pulsión interior que los lleva de manera irremediable a ser excluidos de su entorno y a replegarse en su propio mundo interior. Sin embargo, pese al extrañamiento que algunos de estos peculiares personajes nos producen en un principio, finalmente, sentimos que estamos hechos de la misma materia sensible y que la distancia que nos separa de ellos no es tanta.

La soledad, la marginalidad y el desamparo afectan también de una manera u otra a todos los protagonistas de esta novela. Pese al dolor y la frustración, todos ellos persiguen un sueño, un proyecto vital al que aferrarse y que de sentido a sus vidas. 

El mudo Singer es una figura clave en el universo narrativo de McCullers, por cuanto representa de manera magistral la incomunicación y la pérdida de referentes de quien se siente diferente frente a los pretendidos parámetros de uniformidad de nuestra sociedad. Es por ello que se convierte en el espejo de soledades encadenadas e incomunicación al que acuden a mirarse el resto de personajes. Con su carácter afable y su capacidad ilimitada de escucha consigue restituir instintivamente la paz interior de cuantos acuden a él a contarle sus conflictos; la necesidad rabiosa de compañía, de encontrar con quién compartir su dolor, les hace insensibles, sin embargo, al drama interior que vive aquél, la insoportable sensación de soledad que le provoca tener que vivir alejado de su amigo.

Por otro lado, en la sencillez de la prosa de McCullers se revelan sus mayores talentos narrativos: la capacidad de trascender lo aparente, de convertir lo trivial y cotidiano en excepcional, de expandir nuestra sensibilidad y de ahondar de una manera nueva y diferente en la condición humana, en la que también lo extraordinario y diferente, incluso lo deforme y grotesco tienen cabida.

Las historias de McCullers nos arrastran, no queremos dejar de leer. Su ternura nos conmueve; los protagonistas, imbuidos de una fuerza natural enigmática que da forma a cada una de las historias en las que se desenvuelven, nos seducen; su profundidad de pensamiento y la delicadeza con que traspasa la piel de los personajes nos hacen mas sabios y un poco mas humildes ante la infinitud de la existencia.

2 comentarios:

Letraherido dijo...

Lo tengo pendiente desde hace mucho, y con tu reseña más ganas tengo de leerlo.
Un abrazo.

Anouka dijo...

Me alegro de haberte abierto el apetito por la personalísima y maravillosa escritura de Carson McCcullers. Creo que no te defraudará... Espero que lo disfrutes, estaré encantada de que compartas tu opinión sobre el libro en el blog.

Saludos.